Hola, me llamo Susana Latorre, soy Colombiana, tengo 19 años y me gustaría compartir un poco de mi inmersión lingüística en Montpellier.
¿Cómo comenzó mi inmersión lingüística?
Antes de venir a Montpellier a aprender francés, tenía expectativas muy diferentes a las que me llevaré. Pensaba que la ciudad era completamente distinta, ya que vengo de una ciudad más grande que requiere de mucho tiempo para movilizarse. Además tenía una imagen de la cultura francesa totalmente diferente a lo que es en realidad. No fue nada fácil adaptarme a la idea de irme de mi país por seis meses a aprender francés. Tuve una cantidad de sentimientos encontrados, tristeza de dejar a mi familia y amigos, miedo de vivir en una cultura tan diferente a la mía y por supuesto mucha felicidad de poder vivir esta experiencia tan agradable. Al principio, cuando tomé la decisión de realizar una inmersión lingüística en Francia, no estaba muy segura de la ciudad ni mucho menos de la escuela. Varios factores me ayudaron a tomar esta decisión, pero lo que más me llamó la atención de Montpellier en realidad fue ILA, el instituto, y la idea de poder disfrutar los fines de semana en la playa; que de hecho es muy linda.
La llegada
Al llegar, me di cuenta que era totalmente lo contrario, vivo exactamente al frente del instituto, en la casa de familia que muchos dicen ser la mejor de Montpellier; lo que más me llamó la atención del lugar fue lo acogedor que es, superó las expectativas. Son personas muy amables y pendientes. Me encontré fascinada por todo lo que me rodeaba. También, lo bonita y agradable que es la ciudad, lo primero que vi al bajarme del tram fue la Place de la Comedie, yo no podía creer que iba a tener la oportunidad de pasar seis meses de mi vida en este lugar tan lindo. En cualquier parte de la ciudad se encuentran cosas sorprendentes. Las callecitas que en la noche se convierten en pequeños bares y restaurantes para compartir un buen rato entre amigos, la variedad de bares y discotecas que se pueden encontrar tanto dentro como en las afueras de la ciudad son muy encantadores también.
La escuela
ILA, el instituto en el cual estudió Francés, sin duda ha sido la mejor herramienta para entablar relaciones con otras personas, conocer tanto distintas culturas como también lugares magníficos cerca de Montpellier. Los profesores en la escuela de francés, se preocupan no solo para que cada estudiante avance y mejore cada día más, pero también se toman el tiempo para hacer que la estadía de todos en la ciudad sea cada vez más aprovechada; dando consejos, dónde comer, cómo tratar a los Franceses, ya que para nosotros los latinoamericanos puede ser más difícil adaptarnos a su cultura; además cómo planear un paseo de forma económica y eficaz.
Las relaciones por fuera del colegio
Nunca me imaginé que al aprender francés, podía llegar a hacer grandes amigos. Durante mi estadía aquí tuve la oportunidad de hacer muchas amistades, tanto con personas que vienen de mi mismo país pero también con otros, como por ejemplo de Japón. El colegio realizaba una actividad diferente cada día de la semana y durante los fines de semana teníamos la oportunidad de viajar con compañeros del instituto a lugares cerca de Montpellier como Nîmes, Carcassonne, entre otras . Ya que Montpellier es una ciudad tan estudiantil, es fácil salir una noche a un restaurante, a la playa o a un bar y entablar una conversación con una persona del exterior.
Sin lugar a dudas recomiendo Montpellier para realizar una inmersión lingüística, pienso que es una ciudad muy práctica para un estudiante, por su tamaño, ya que todo queda cerca y aunque estén más alejados, generalmente tienen estación de tram o de bus. También lo cálidas que son las personas y lo acogedoras que son desde el momento en el que uno llega a la ciudad. Finalmente la gran experiencia de poder conocer personas y amigos maravillosos, que hicieron que mi estadía en Francia fuera muchísimo más divertida.
Susana, Colombia (estudiante de ILA)