Hace un par de semanas se cumplió la mitad del tiempo de mi inmersión lingüística en Francia para estudiar francés y desde el comienzo esta ha sido una experiencia increíble para mí. Es muy común para los colombianos que se gradúan de la escuela secundaria de tomar un tiempo sabático para aprender o reforzar un idioma extranjero antes de ir a la universidad. Eso es lo que yo decidí hacer y ese fue el comienzo de una gran aventura.
Debido a que durante mi vida escolar tuve la oportunidad de aprender inglés bastante bien, aprender francés en Francia siempre fue mi primera opción para realizar durante mi año sabático ya que el francés me parece un idioma muy bello y útil. Entonces decidí investigar sobre lugares para realizar mi inmersión lingüística en Francia y gracias a recomendaciones de amigos, aprender francés en Montpellier me llamo mucho la atención porque la ciudad era de un muy buen tamaño, tenía cosas para hacer, tenía un clima muy agradable ya que se encontraba al sur del país y la escuela de francés se veía muy bien. Después de un largo proceso de escogencia para asegurarme de ir a aprender francés en un lugar agradable ya que mi estadía seria larga, empaque mis maletas y fui a empezar mi inmersión lingüística en Francia en ILA, Montpellier.
Montpellier ya se siente como un hogar
Como es de esperar, mi mayor meta al hacer a una inmersión lingüística en Francia, era (y sigue siendo) aprender francés lo más que pudiera durante mi estadía de cinco meses, así que me pareció una buena idea quedarme en una familia anfitriona que me asignaba ILA, mi instituto de francés, y estoy muy feliz con mi decisión. Antes de venir, como se imaginarán, estaba bastante nerviosa pues no conocía la casa ni las personas con las que viviría durante cinco en meses en Montpellier. Sin embargo, al llegar a esta linda ciudad, me dio la bienvenida la amable mujer que ahora es mi madre anfitriona, quien me dio la bienvenida a su bellísima casa en el hermoso centro histórico de Montpellier. Todo; la cálida familia, las mascotas, los demás estudiantes que se quedan aquí, mi linda habitación y la deliciosa comida, han hecho que disfrute mucho estos meses en esta experiencia de estudiar francés en Montpellier pues también me ha dado la oportunidad de estar inmersa mucho mas a fondo en la cultura francesa y el caracter francés.
Encontré amigos de todo el mundo
Además de estar feliz con mi casa de familia en Montpellier, de los factores mas importantes que me han hecho disfrutar de esta inmersión lingüística en Francia es lo interesante y divertido que pueden ser todos los días aquí. Primero que todo, he podido entablar grandes amistades con personas de todas partes del mundo, desde Europa, a Suramérica, a Norteamérica, y Asia. Estando en ILA, que es una escuela de francés con muchos estudiantes, nunca paro de conocer personas nuevas de todas partes, en especial los lunes, días en los que es seguro que llegan estudiantes nuevos a aprender francés en este instituto. Personas de muchos países diferentes se han convertido en mis amigos y compañeros de viaje y aventuras tanto en Montpellier, como en otras ciudades, pues un viaje de fin de semana a Niza, Aviñón, Sete, o incluso Barcelona siempre cae bien. On doit profiter. Asimismo, al estar lejos de casa es muy reconfortante estar rodeado de personas que están viviendo la misma experiencia de inmersión lingüística en Francia que tú, pues no te sientes solo.
No solo se viene a estudiar Frances
Las amistades internacionales no han sido el único encanto que he podido encontrar en este viaje para aprender francés, pues la ciudad de Montpellier como tal es un deleite total. Desde que llegué pude notar lo bella que es esta ciudad, en especial el centro histórico, lugar donde se encuentra el instituto de francés y afortunadamente mi casa de familia anfitriona. Desde la plaza de la comedia, las pequeñas calles pintorescas, los parques, las playas, hasta los mercados, Montpellier es digno de fotos por todas partes.
Claro que cuando vine a una inmersión lingüística en Francia, aunque mi objetivo fuera estudiar francés, no quería dejar la diversión a un lado, así que he estado muy a gusto hasta ahora al encontrar que siempre hay algo que hacer y explorar con amigos aquí, y hay algo para todos los gustos. Desde que vine he encontrado muchas cosas para pasar el tiempo, tanto durante el día como en la noche; pasar tarde en los numerosos acogedores cafés, hacer un picnic en los varios parques, ir a la playa, ir a los peculiares mercados, o como mencione antes, ir a viajes de uno o dos días a las ciudades y pueblos alrededor de Montpellier. Igualmente, la vida nocturna en Montpellier no se queda atrás, ya que esta es una ciudad muy estudiantil. Hay varios bares y clubes nocturnos para visitar, y siempre es seguro que personas del colegio están dispuestas a ir de fiesta cada fin de semana. Además, muchos de los clubes y bares ponen música latina lo cual para mi como colombiana siempre es un plus.
Mi experiencia en esta inmersión lingüística en Francia ha sido muy enriquecedora y divertida, además de aprender francés puedo decir que he expandido mis horizontes al hacer amigos internacionales, y me ha encantado tener la oportunidad de vivir dentro de una cultura muy diferente a la mía, y se que el tiempo que me queda aquí no me va a decepcionar. Ha pasado un poco más de la mitad de mi estadía aquí, y con solo escribir eso me da nostalgia, pues en verdad la experiencia de estudiar francés en Montpellier y todo lo que ha venido con ella es inolvidable.