Con acceso directo a dos mares, Francia es un buen destino para disfrutar del agua salada y tener un buen tiempo de relajación en la playa. La manera de ir a la playa aquí es muy diferente a la del mundo latino, y esto es algo que me ha sorprendido mucho. En mi país, Colombia, tenemos también playas hermosas y acceso a dos mares, pero todo es completamente diferente y voy a explicar por qué.
Es bueno aprovechar la playa siempre que se va a una ciudad costera, es un plan casi obligado que hará bien a cualquiera. Sobre todo cuando se aprende francés en una ciudad mediterránea como Montpellier. Hay que llevar en un bolso todo lo necesario: toalla, protector solar, vestido de baño, gafas de sol, etc. Aunque aquí en Francia, y en general en Europa hace falta llevar realmente todo, y es muy común que la gente simplemente escoja un lugar y plante su toalla y parasol allí. Es un mundo nuevo para los latinos que están acostumbrados a ir a la playa y encontrar todas las playas llenas de restaurantes, de vendedores, de masajistas, de música a todo volumen, de alcohol y de una cantidad enorme de gente.
En Francia la gente no te molesta, la tranquilidad es absoluta y la relajación garantizada. La gente suele llevar un libro y su toalla propia para recostarse sobre la arena, en general se quedan dormidos debido a la calma que hay. No recuerdo haber visto gente acostada en otra cosa que una silla alquilada en Latinoamérica. No hay muchos sitios para alquilar una sombrilla y unas sillas, y realmente no hacen falta. La mayoría de la gente va en busca de un contacto más íntimo con la playa, así que llevan una cantidad significante de utensilios y alimentos para realmente disfrutar del momento.
Aquí sí hay estaciones, como en cualquier país europeo, por lo tanto es necesario no dejar pasar el verano y el principio del otoño para disfrutar de una experiencia verdaderamente increíble. El clima cálido es en mi opinión el mejor clima para ir a la playa, pero cuando hay mucho sol la gente sólo tiene ganas de refrescarse y las aguas francesas del mediterráneo cumplen esta función al estar un toque frías. El correr del viento en la playa es asombroso, mueve tu cabello de un lado a otro y te enfría de una manera muy placentera. El ambiente mediterráneo sienta muy bien y brinda una acogida inmediata a sus visitantes. Hacer una inmersión lingüística en una ciudad como Montpellier tiene el beneficio de poder disfrutar de bellas playas ubicadas tan sólo a una hora de la ciudad, sin duda un espacio perfecto para los que van en busca de diversión.
La playa nunca pasa de moda, allí se encuentra gente de todas las edades y nacionalidades. Hay familias francesas que llevan hasta sus mascotas para sentir que dieron un paseo completo, al fin y al cabo, mascotas como los perros adoran la playa por el simple hecho de que pueden jugar, correr libremente, encontrar amigos perrunos y saltar al agua. Me hace muy bien recostarme en una toalla y observar a los perros jugando y corriendo al lado mío, verlos así de contentos de alguna manera me hace sentir contento a mí también. Hay grupos de sólo chicas, hay grupos de sólo chicos, hay grupos mixtos, los hay de gente mayor, hay personas solas, hay infinidad de parejas y hay hasta grupos de palomas. Es posible llevar un balón o unas raquetas pues la costa brinda suficiente espacio para jugar algún deporte.
No olvides llevar sobre todo alegría cuando vayas a la playa en Francia, pues los franceses lo notarán y se alegrarán también contigo sin motivo alguno. Además, es imposible no estar alegre si se pasa un tiempo de calidad en una cálida costa como la mediterránea.