El francés es una de las lenguas romances más habladas en Europa, y en el mundo, con más de 274 millones de francófonos. Mucha gente de varios países la quiere aprender, es por esto que hay millones de escuelas en el mundo que la enseñan. Desde la comodidad de tu ciudad, puedes decidir ir a un instituto que la enseñe, puedes tomar clases privadas o puede que incluso la veas en la escuela. Es sencillo acceder al conocimiento de una lengua hoy en día ya que la tecnología nos lo permite. Realmente con internet no tenemos barreras.
Pero, aunque podamos estudiar el francés desde nuestra región, siempre hace falta algo; algo que nos brinde el toque que necesitamos, algo que nos afiance profundamente en el conocimiento del idioma, algo que nos enseñe más de lo que ya sabemos, algo que haga valer eso que aprendimos. Necesitamos una inmersión lingüística en Francia. De esta manera aprenderemos francés al mismo tiempo que todo nuestro contexto se encuentra rodeado de francés y de la cultura francesa. En Francia, como es obvio, la tendremos en todas partes. Sin embargo, el país es hogar de decenas de culturas más que viven en armonía las unas con las otras. Es definitivamente un ejemplo de país y algo que enriquece el aprendizaje de la lengua.
La mejor ciudad para hacerlo es Montpellier. La gente la encuentra siempre que busca un lugar donde sea posible tener un aprendizaje de calidad al mismo tiempo que se hospeda de manera cómoda y se desenvuelve en una ciudad que dona todas las posibilidades. Un factor de mucho peso para las personas, sobre todo europeas, que hacen de Montpellier un atractivo es su clima mediterráneo. No sólo estoy hablando del tiempo, de sus 300 días de sol al año, sino también de su atmósfera cálida que acompaña a las personas desde que dan el primer paso dentro del territorio.
El transporte público es una cosa excepcional. Toda la ciudad es accesible ya sea si tomas el bus o el tranvía. Nunca te va a tocar caminar mucho ya que hay una estación de algo casi en todas partes. Al momento de ir a la escuela de francés, en el caso de una escuela como ILA, se te asegura que la residencia de estudiantes en la que te vayas a quedar no esté a más de 20 minutos de la escuela utilizando el método más rápido para llegar, esto quiere decir que jamás te va a tocar hacer todo un viaje para llegar a tu destino principal al hacer una estancia lingüística en Montpellier.
De igual manera, hay un muy buen sistema de bicicletas públicas que puedes alquilar si tienes una tarjeta de crédito pagando tan sólo 0,5 euros por hora.
Un ambiente estudiantil es prometido, se dice que en la ciudad de Montpellier se encuentran alrededor de 100 mil estudiantes provenientes de muchísimas partes del mundo. En este momento soy uno de ellos y disfruto de los mismos privilegios que ellos: precios reducidos, eventos especiales y ambiente encantador mientras hago mis estudios. En la ciudad es realmente posible aprender mientras que cada ámbito de nuestra vida es plenamente satisfecho. Al estudiar en un instituto de francés es 100% asegurado que encontrarás gente de otras nacionalidades con tu mismo propósito. Es indispensable pasar tiempo con ellos y disfrutar de toda la agenda cultural de la ciudad.
La ciudad nunca se queda quieta. Nunca descansa. Con más de 10 eventos culturales al día los deseosos de hacer una inmersión lingüística nunca se quedarán sin nada que hacer una vez estén en Montpellier. Podrás hacer deportes, ir a los miles de bares y restaurantes, salir de fiesta en los clubes nocturnos ¡incluso puedes darte un paseo lujoso si así lo deseas! Yo he estado muy feliz aquí y siento que tomé una buena decisión al haber dejado mi zona de confort para aprender francés y embarcarme en la mejor aventura lingüística de mi vida.